Nosotros

¿Quiénes somos?

Nuestra Fundación es una iniciativa desarrollada por los salesianos de don Bosco desde 1977 en honor al Sr. Francisco Esqueda Calderón en un esfuerzo por continuar la obra que este distinguido educador llevó a cabo en favor del bienestar de la niñez y juventud poblana.

A través del tiempo, esta organización sin fines de lucro, ha extendido su presencia así como sus programas tratando de llegar a más niños y jóvenes de escasos recursos a fin de procurarles educación de calidad acorde a la filosofía institucional.

Filosofía institucional

MISIÓN

Somos una institución de beneficencia privada que contribuye a disminuir el rezago educativo y abandono escolar de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes mexicanos de escasos recursos. 

Con un enfoque preventivo, proporcionamos los elementos que facilitan a nuestros usuarios la permanencia, continuidad y conclusión de sus estudios así como el reconocimiento, valoración y desarrollo integral de sus propias competencias para la vida, el trabajo y la convivencia en sociedad.

VISIÓN

Ser una institución referente por su aportación positiva a la educación de la niñez y juventud mexicana más necesitada, a través de un modelo de intervención consolidado, efectivo y autosustentable.

VALORES

CONFIANZA

El drama de muchos jóvenes que huyen de la escuela es que la institución no les enseña nada más que a memorizar sus fracasos. Esto engendra la pérdida de confianza en sí mismo y esta pérdida de confianza en sí mismo genera la repetición del fracaso.

La pedagogía de la confianza ve a la persona como un ser humano dotado de todo lo que necesita para desarrollarse y ser feliz. La labor del educador y del entorno es darle la confianza para que confíe en sí misma y consiga desarrollarse de forma óptima.

Una educación basada en la confianza se centra sobre una fe inquebrantable en la posibilidad de educar a los niños y jóvenes cualquiera sean las dificultades que los rodeen.

Confiar en los jóvenes, significa contener a cada uno, cualesquiera puedan ser sus desventuras, como una oportunidad de crecimiento.

ESPERANZA

No se puede romper la espiral de pobreza más que introduciendo en ella el éxito: se trata de apoyarse siempre en las habilidades del joven, de orientar siempre los proyectores hacia aquello que ha
logrado, invitándole a progresar

Significa ofrecer el mejor terreno para permitir a la persona arraigarse en su
herencia familiar, social y cultural con el fin abrirse como un nuevo individuo.

Ver en el niño al joven y en el joven al adulto en el cual, está destinado a convertirse. Esta es la única forma de respetar el derecho del niño a crecer.

Desarrollar un proyecto teniendo en cuenta al niño, a su realidad de hoy y a su potencialidad de adulto del mañana, es a la vez “darle seguridad” y “darle responsabilidad”.

El arte del educador reside en la sana articulación entre estas dos líneas de fuerza.

ALIANZA

En un mundo marcado por la dificultad de vivir juntos, practicamos una pedagogía de la alianza. No se trata de hacer para, sino con el joven, considerado no solamente como destinatario, sino como aliado en la acción educativa. 

Se trata de hacer alianza con el joven pero también él con su grupo de jóvenes. Vivir el grupo, él también, como una oportunidad para el proceso de socialización. Poner en juego la interactividad de los miembros del grupo entre sí.

El establecimiento de esta relación de alianza con el joven necesita un buen posicionamiento por parte del educador. Debe estar suficientemente próximo para no ser indiferente y suficientemente distanciado para ser diferenciado.

El arte educativo consiste esencialmente en encontrar ese punto de adecuada distancia y proximidad.

 

¿Cómo puedes ayudarnos?